Patricio Pron, ospite a Perugia per Encuentro 2018

Breve intervista a Patricio Pron, autore di Lo spirito dei miei padri si innalza nella pioggia (Guanda 2013) e  Non pargere lacrime per chiunque viva in queste strade (finalista al Premio de la Crítica e vincitore del Premio Cálamo Extraordinario 2016.

¿Qué apreciaste más del Festival Encuentro 2018 de Perugia?

Encuentro es un festival relativamente pequeño y ésa es su principal fortaleza, porque permite unos encuentros íntimos entre autores y lectores que no se dan en ferias y festivales de mayor tamaño. Pese a ello, es el festival de literatura hispanohablante más grande que se celebra fuera de un país en el que se hable esa lengua y esto lo hace único.

¿Cuáles fueron las reacciones del público, que no te esperabas?

Fue un placer ver cómo el público se volcaba en las actividades, en particular los más jóvenes. El compromiso de los estudiantes de Perugia con el festival es único, y me hace pensar que sus organizadores están consiguiendo algo difícil y único: crear nuevos lectores.

¿Tuviste oportunidad de encontrarte con escritores italianos que no conocías o de volver a ver los que conocías?

Sí, pude conocer finalmente a Bruno Arpaia, que es uno de mis escritores italianos favoritos.

¿Qué te pareció la 'accoglienza' umbra? 

Hace cuatro años estuve durante un mes en Civitella Ranieri, la residencia para artistas en las afueras de Umbertide, así que la hospitalidad umbra no me es completamente desconocida. Lo que sí había olvidado desde entonces es lo mucho que esa hospitalidad está asociada con la (deliciosa) comida de la región. He comido tan bien estos días que creo que no voy a volver a comer en los próximos años.

Este viaje ha sido en algún sentido, cerrar un círculo: mi última novela, No derrames tus lágrimas por nadie que viva en estas calles, fue escrita en Civitella Ranieri, muy cerca de Perugia, y sus personajes son, en su mayoría, “peruginos”. Después de cuatro años, regresar a la ciudad para presentar la versión italiana de ese libro, Non spargere lacrime per chiunque viva in queste strade, es, de alguna formar, volver al lugar donde todo comenzó, con el mismo entusiasmo y la misma alegría.